Y sí, hay que tener paciencia, a veces saber esperar hasta desesperar.
Dejar ir, a veces decepcionarte y darte cuenta de quién tienes a tu lado, de quiénes se van, de quiénes parecen que quieren quedarse y de quién quieres tú que se quede...
Tienes derecho de ilusionarte y montarte tu propia película y después reconocer que todo era una mentira... De soñar hasta alcanzarlo.
De saber que el único que puede hacer algo por ti eres tú mismo, de exigirte, de no rendirte y a veces de no arrepentirte y reconocerte como eres sin reproches aunque quizá tu corazón llore por lo que perdiste o estar triste por algo que nunca has tenido o por querer recuperar algo que se fue...
Queda esperar buenos momentos, buscar bonitos recuerdos, tener esperanza y seguir adelante sin importar nada porque ya has aprendido a quererte, a descubrir quien eres, a buscarle un sentido a tu vida, a buscar qué hacer y que te guste hacerlo y a no perder la fe en lo que te hace ser mejor... Vivir sin prisas ni horarios.
Ilaudey.
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