miércoles, 25 de marzo de 2015



La juventud: es renacer, es locura, es confusión

es miedo, es extrañeza, es vivir, es crecer.

La juventud es primavera.

Son lirios y orquídeas en pleno esplendor.



El sol brinda sus destellos dorados.

Los colibrís andan de flor en flor.

Los colores se elevan al cielo,

Y todo se camufla de felicidad celestial.

El iris pinta los ambientes.

El aire que respiras es extravagante.

Los pequeños rocíos bañan el alma del ser

y las gotas de hache-dos-O son vida.



El renacimiento de la chispa del amor.

Todos buscamos seres misteriosos.

Y comienza el cortejo,

las caricias, las risas, las palabras susurradas.

La furia del amor enloquece al mundo.

Todos caen en la red.



Las hembras se visten de gala,

se perfuman con la esencia de la atracción.

Los machos buscan a su damisela.

Con trajes elegantes de bahía.

En los campos y océanos se escuchan

melodías de Vivaldi.

Todo es exquisito bienestar.

Ilaudey






Me disputo a duelo con el amor.

La llama vuelve a nacer de las cenizas.

Me duelen mis entrañas.

Ha lanzado una mortífera flecha

hacía mi pecho.

Sangra, roja sangre cae a mis pies.

Los ropajes que cargo se tiñen de dolor,

y lloro, mis lagrimas se quedan como sello en las mejillas.

La resistencia me esta mallugando el ser.

Soy un espantapájaros a punto de destrucción.

Ya no tengo fuerza.

Me desvanezco,

comienzo a flotar en nenúfares.

Todo parece un estupendo paraíso celestial.

Donde las espinas son lirios de primavera.

Los crepúsculos son arco iris,

y las nubes son cartas de amor.

Esmeraldas, perlas y rubíes adornan el camino,

mas la sangre aun brota como manantial,

mancha las piedras preciosas.

Y solamente sufro, muero.


Ilaudey